viernes, 26 de enero de 2018

Sobre Quemier? - El misterio de esa pepa, algunas anotaciones del lector

"Quemier? - El misterio de esa pepa" es posiblemente una de mis historietas favoritas que nunca podré tener en mis manos. Digo esto debido a que solo existe en versión digital y, tras dos años de publicación ya, aún no se dan noticias sobre una edición física (salvo un fanzine de material adjunto al comic que nunca pude conseguir).

Si no han leido Quemier? aún, entonces leanlo de una vez completamente gratis. En la página de facebook del autor están todos los enlaces para descargarlo o leerlo online.



Escrita y dibujada por Gino Palomino y publicada por partes desde marzo del 2015 hasta febrero del 2016, "Quemier? - El misterio de esa pepa" es una secuela del comic ganador del segundo concurso del diario Perú21 "Buscando al super heroe peruano" (click para leerlo). Desde un comienzo, Quemier? desencajó entre los demás heroes formulaicos, tirando más por la comedia y crítica social con una vibra de urbanismo fácil de identificar. "El misterio de esa pepa" cambiar ligeramente el tono del personaje. Nos alejamos de la calle y nos adentramos en el hospital psiquiatrico donde recluyen al protagonista, ahora bautizado Julio Diez (dada la fecha de su ingreso al hospital), debido a la falta de su nombre verdadero. 

La crítica social sigue presente, pero es inicialmente sutil. Se da en el fondo o de una manera implícita. Justamente es ahí donde reside uno de los puntos más fuertes de la obra: Muestra, no cuenta. Aunque sería poco preciso decir eso. Sí cuenta, bastante; pero además muestra, complementando de una manera funcional el dibujo y el diálogo.

Y hay bastante pero bastante que hablar de esta historieta, pero en esta ocasión me enfocaré en lo que me pareció más chevere de la obra:

Las Transiciones

Quemier? es un comic con una narrativa dinámica. En las más de 50 páginas que tiene, salvo un par de excepciones, ni una escena dura más de tres o cuatro páginas. Por ejemplo, iniciamos el comic en el climax, de una manera desenfrenada y aturdidora, y pasamos a un flashback/fantasía, después al consultorio de un doctor con nuestro protagonista en terapia y luego al ambiente común de los internados en el hospital, no sin antes de una página que no sumerge en un programa de espectáculos y otro flashback.



Se puede apreciar incluso sin una lectura detenida. Solo hace falta ver la diferencia entre la paleta de colores de la página 1 y 2, diferentes a los de la página 3 y 4. En la penúltima página también podemos una sección en gris, el cual es otro recuerdo. Aún así, el color sigue una hegemonía general.

Y la transición entre estas escenas también es muy eficaz.


Podemos ver, por ejemplo, como se introduce en la página 10 a la siguiente escena en otra locación con un busto de una de las partes del diálogo (el señor trigueño, cachetón y de camisa desabotonoada) en la parte derecha de la viñeta. Por otro lado, en la página 11, en la primera viñeta, se invierte la viñeta anterior, poniendo el busto de la otra parte del diálogo (el señor blanco  con bigotes y corbata) esa vez no como una viñeta aparte, sino entramado en el espejo el cual vemos en el resto de la viñeta. Vistas juntas, logro encontrar cierto equilibrio en esta trancisión.


Entre las páginas 27 y 28 también se puede apreciar otra transición eficaz y fluida trasladando la escena anterior a segundo plano y moviendonos de lugar mas no de tiempo. Estas transiciones me llaman la atención pues los cambios de escena más básicos en la historieta son los que te mueven del tiempo y de lugar, haciendo uso de viñetas de pacing (o ritmo) para poder ubicar al lector. En este caso, se prescinde de las viñetas de pacing al ubicarnos en otro lugar PERO al mismo tiempo (o inmediantamente después) que la secuencia anterior. Gino Palomino usa este recurso varias veces durante Quemier.



Aquí podemos ver el tratamiento que recibe el protagonista desde queriendo barrer el suelo en primer plano (mientras que la escena sigue la conversación que está en segundo plano), pasando a segundo plano en la viñeta siguiente (y se sigue con la conversación de la escena). En la página siguiente se vuelve un elemento más del fondo, incluso perdiendo el color característico, hasta que es traido nuevamente a la atención al caerle una maceta en al cabeza. En la última página, la escena cambia y la atención se centra en el protagonista y un nuevo personaje, quien le atiende el impacto que recibió.

Estas transiciones no se dan solo de página a página, sino que también en medio de la misma, dejando incluso el resto de la conversación a imaginación del lector. Esto no será muy difícil pues todos los personajes están muy bien caracterizados y con su lugar clave para la historia.

A pesar de que la acción es un elemento casi ausente de la obra (solo visto al comienzo y al final), el dinamismo de la historia nos lleva de un lado al otro por todo el hospital psiquiátrico y nos invita a conocer a distintos personajes que está entrando y slaiendo de las locaciones en cada escena, algo muy simple pero que muchos historietistas actuales no logran plasmar en sus historias.

A pesar de eso, Quemier? también se da sus momentos para dejar correr la camara, para mostrarte ligeros cambios y la reacción de los personajes. En una historieta tan dinámica, estos momentos de tranquilidad resaltan aún más.

Por último, me gustaría escribir sobre esta página. Tal vez una de las páginas que te cuenta de la manera más sutil el elemento más importante del guion. El mal trato a los enfermos mentales en el Perú. Representado por Julio y Nata acompañando a uno de los pacientes que está en silla de ruedas por el pabellón, hasta que llegan a una escalera por la cual se disponen a cargarlo. Hasta que en la ultima viñeta vemos el tamaño de la escalera.

Aún hay muchísimo más de qué hablar respecto a esta obra. Espero pronto se pueda leer más material de Gino Palomino además de sus comics cortos en varios números de Carboncito.

Hasta luego :)



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